7. Jesús vino como Dios en la carne para que yo pudiera tener una mejor imagen de Dios.

 
 
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¿Qué características ves en Jesús que podrían reflejar cómo es Dios?

¿Qué historias o declaraciones hace Jesús que te ayudan a formar una imagen de Dios?

¿Qué sientes que Jesús te está diciendo ahora acerca de cómo le gustaría que te imagines a Dios y a Él mismo (Jesús)?

¿En qué se diferencia tu relación con Jesús de la forma en que te relacionas con tus personas más íntimas y favoritas?

¿Te imaginas tener una relación más profunda y cercana con Jesús? ¿Qué sería diferente?

La fe cristiana es única en su creencia de que Dios se unió a la humanidad como un ser humano, en la persona de Jesús. La vida de Jesús y la muerte en la cruz es fundamental para cualquier relación que tengamos con Dios. Pero Jesús también nos proporcionó, y los evangelios continúan brindándonos una imagen de quién es Dios, cómo actúa Dios y cómo podría ser una relación con Dios. Jesús nos mostró cómo vivir nuestras vidas en la tierra y vivir en relación con Dios. Además, Jesús nos promete que nos guiará en esta relación con Dios, nos guiará en nuestro viaje de la vida y nos acompañará en cada paso de nuestro viaje de la vida. Para conocer a Dios entonces, tendremos que mirar a los ojos de Jesús y aprender a conocer a Jesús. La imagen del Dios que encontramos en el Antiguo Testamento es amar, proveer, guiar, proteger, juzgar, etc. Pero Él no caminaba y hablaba con la gente todos los días de la misma manera que lo hacía Jesús. En el Nuevo Testamento, encontramos a Jesús, siendo interactivo, personal, conversacional y, especialmente, relacional. El Dios de ambos Testamentos es el espíritu. Pero el Dios que nos trajo en Jesús también tenía un cuerpo como nosotros. Es alguien con quien podemos identificarnos, conectarnos a nivel humano y compartir la vida con ellos. A medida que crecemos para participar en una relación saludable con Jesús, Él nos presenta al Padre que nos ama y desea unirse a esta relación.