12. Para hacerme amigo de Jesús, necesitaré pasar tiempo a solas con él.

 
 
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Puede ser extremadamente difícil hacer espacio para el silencio y la soledad en nuestra cultura. ¿Cómo experimentas este desafío?

Conocer a otra persona lleva tiempo. ¿Cómo podrías hacer tiempo para Jesús para poder conocerlo mejor?

¿Cuál es tu mayor obstáculo u obstáculo cuando estás solo con Jesús?

¿Qué podrían hacer tú y Jesús durante tu tiempo juntos? Por ejemplo, ¿podrías dar un paseo juntos? ¿O sentarse junto a la chimenea con una taza de café? ¿Cuáles son una o dos maneras en que sientes que a Jesús le gustaría pasar un tiempo a solas contigo?

En las primeras etapas de nuestro viaje, pasamos gran parte de nuestro tiempo aprendiendo acerca de Dios estando con los demás. La asistencia a la iglesia, las enseñanzas sobre Dios, el servicio, la adoración y los estudios bíblicos son ejemplos de cómo los seguidores de una comunidad de Jesús nos ayudan a crecer en nuestra comprensión y fe en Dios. En cada uno de estos, sin embargo, nuestro conocimiento y relación con Dios es filtrado o condicionado por otros. El peligro es que formemos relaciones con un sustituto de Dios en lugar de Dios mismo, y que nos haremos dependientes de otros para nuestro crecimiento espiritual y nuestra relación con Dios. En algún momento, si mi relación con Dios es personal, real y saludable, debo encontrar tiempo para estar a solas con Él y explorar mi propia relación, sin filtros, con Él. El tiempo a solas con Dios puede ser aterrador, casi como estar solo con un extraño. Puede que no sepamos qué decir, cómo actuar o qué esperar. Pero como en cualquier relación, una vez que conozcamos a la otra persona, nos sentiremos más relajados y cómodos. La intimidad es difícil de lograr en un grupo, se da mejor en privado. Dios desea una relación individual e íntima con cada persona en el universo, y desea pasar tiempo a solas con cada persona. Es la omnipresencia de Dios, su capacidad de estar en todas partes al mismo tiempo, lo que hace esto posible. Al aprender a silenciarme y encontrar espacios donde pueda estar a solas con Dios, me encuentro con un Dios que me ama profundamente y me entiende mejor que cualquier otra persona. También encuentro que no necesito que otros me ayuden a conectarme con Dios.